martes, 23 de mayo de 2023

                                                        Por Ramallo

Aunque ya escribí un artículo sobre la disfagia, y que también voy con unos meses de retraso, pero quiero escribir este artículo, porque me gustaría que quedara claro mi punto de vista sobre algo tan importante.

El 12 de diciembre del 22, se organizó una charla-coloquio por parte la Asociación Española contra el Cáncer y Amencer-Aspace, en el salón de actos del Hospital Montecelo, para conmemorar el día mundial de la disfagia. Este año el objetivo principal fue dar a conocer el enfoque Médico-Terapéutico en el tratamiento de la misma. Y conocer de primera mano, testimonios de personas que la han padecido, que la padecen o tienen que cuidar a personas que la padecen.

La mesa estaba compuesta por: Diana Aranguren, Logopeda del CHUP, Nieves Rodríguez Acevedo, ORL de la unidad de disfagia, Ánxela Alonso, Logopeda de la AECC y nuestra Viviane Ramil, Logopeda de Amencer-Aspace.

Como persona con Parálisis Cerebral, fue muy emocionante, no tanto por dar mi testimonio que también, sino por escuchar vivencias de superación y la capacidad de adaptarse a esta patología de la función deglutoria, que puede manifestarse por varias circunstancias, Ictus, Parálisis Cerebral, Accidentes, un Cáncer y un largo etc.

        Como todo en la vida, cada persona es un mundo. Tengo que admitir, que hasta hace poco tiempo, no sabía lo que era la disfagia. Pero, ahora que lo sé, es algo que me interesa mucho, y después de esta charla más.

Desde que yo recuerdo, el momento de las comidas fue un mal rato, por varios motivos que me impedían disfrutar de las comidas familiares o con amigos, hasta el punto de sentir vergüenza. Hablo en pasado porque gracias a las maravillosas logopedas de mi Centro de Día, sé lo que me pasa, y lo que puede pasarme. Tengo disfagia y sé que puede ir a peor, aprendí a estar pendiente y cambiar las palabras miedo y vergüenza por controlar, adaptar y sobre todo normalizarlo, esto es muy importante, porque  también te toca el autoestima, justamente, por eso me encantó la charla, por los ejemplos allí expuestos. Porque la disfagia no solo la padecemos las personas con una discapacidad, cualquiera puede tenerla en un momento dado, pero no todos saben cómo proceder, es una de las piedras invisibles con las que tropezamos.

Me queda muy claro, que estas charlas son la mejor manera, de conocer y sobre todo de visibilizar algo tan importante.

 Por último quiero dar las gracias a mi Logopeda Viviane Manuela Ramil, a Amencer-Aspace y a la Asociación Española Contra el Cáncer, por contar conmigo, fue un gran placer poder participar.

PALABRA DE MEIS

 

 

 

  

 

 

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