Por
PD. Este articulo es del 2019, pero creo que tengo que publicarlo.
Un año más el pasado 31 de Diciembre del
2019 algunos de mis compañeros y yo, participamos en la San Silvestre en la
ciudad de Pontevedra.
La primera vez que me
dijeron de participar hace ya unos años pensé, “¡estos están locos!¿Cómo vamos
a correr con la silla de ruedas en medio de tanta gente?”.
Pero la verdad es
que es una experiencia impagable, el bullicio de miles de
personas, disfraces, bicicletas, carritos de bebés,
patinetes, sillas de ruedas, bailes,
aplausos, la emoción antes de salir y el animador o como le llaman ahora el
speaker, gritando el nombre de nuestra Asociación Amencer, es la mejor
motivación y también un subidón, como dice nuestro Dire, “mu guay".
Personalmente, tengo que
confesar que lo que más me gusta de la San Silvestre es correr con mis
compañeros, monitores, familiares y amigos. Sentir los gritos de Raquel, los ¡¡vamos
chicooos!! de Susana, ver a Mayka intentando adelantarme, a Diego, reírse a
Sergio en la bici, y la cara de velocidad de mi amigo Julio, me encanta…
Los aplausos y bravos
de la gente que nos conocen y la que no, también. Y por supuesto la
tranquilidad de sentir la mano de Rosa encima de la mía para que no me vaya por
donde no es o "atropelle a alguien". Hemos corrido la San Silvestre de muchas formas, con lluvia
y chubasqueros, con mucho frío, con calor, con dolor de rodillas y brazo
escayolado, y muchas veces hasta corrimos con lágrimas en los ojos y
el alma bajo los pies.
Pero
siempre hay algo o alguien que te motiva y empuja a vivir ese momento, al final
solo puedo decir ¡¡¡GRACIAS, por un año más!!!. Y que mejor regalo para
terminar el año JUNTOS que hacerlo de esta manera.
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